La durabilidad de un cocción multifuncional Depende en gran medida de los materiales utilizados en su construcción. Por ejemplo, el acero inoxidable es muy favorecido por su resistencia a la corrosión, las manchas y el óxido, lo que hace que sea adecuado para soportar altas temperaturas de cocción. También no es reactivo, lo que significa que no impartirá sabores u olores a los alimentos, incluso después de un uso frecuente a alto calor. El hierro fundido, aunque más pesado, es otra opción duradera que sobresale en la retención de calor, asegurando temperaturas de cocción consistentes. Puede soportar un fuego muy alto y es ideal para cocinar lentamente, chamuscarse e incluso hornear. Sin embargo, el hierro fundido requiere un mantenimiento adecuado, como el condimento y evitar los cambios repentinos de temperatura, para evitar la oxidación. El aluminio, aunque más ligero y un buen conductor de calor, puede no ser tan duradero a temperaturas extremas a menos que esté anodizada, lo que endurece la superficie para resistir los rasguños y la corrosión. La elección del material afecta directamente cómo funcionará y durará el bote con el tiempo, especialmente bajo calor intenso.
La olla multifuncional está diseñada para manejar altas temperaturas, ya sea utilizadas en una estufa o en el horno. Las macetas de calidad pueden soportar temperaturas de hasta 450 ° F (232 ° C) o más sin deformar ni perder su forma. Sin embargo, la resistencia al calor de la olla también depende de su estructura. Por ejemplo, el hierro fundido puede manejar temperaturas extremadamente altas, a menudo superando las que dañarían otros materiales. El acero inoxidable también mantiene su integridad bajo calor, pero con el tiempo, la exposición excesiva a temperaturas muy altas puede hacer que el metal decolore o se deforma, especialmente si la olla es delgada. Para las macetas con recubrimientos antiadherentes, el calor alto puede conducir a la degradación de la superficie, lo que potencialmente hace que el recubrimiento pele o pierda su efectividad.
Para garantizar la durabilidad bajo un uso frecuente y de alta temperatura, muchas olas multifuncionales están diseñadas con características reforzadas. Las manijas, por ejemplo, a menudo se aseguran con remaches o articulaciones soldadas para evitar que se aflojen con el tiempo. Estas manijas generalmente están hechas de materiales resistentes al calor, como bakelita o acero inoxidable, para garantizar que permanezcan fríos al tacto y no se vuelvan frágiles con una exposición prolongada al calor. Además, muchas macetas de alta calidad cuentan con bases de doble capa o fondos encapsulados, donde se intercala una capa de aluminio entre el acero inoxidable. Este diseño mejora la distribución del calor, reduce el riesgo de deformación y mejora la vida útil general de la olla al evitar la exposición directa de la superficie de cocción a fluctuaciones excesivas de calor.
La olla de cocción multifuncional duradera debe poder resistir el uso regular sin daños significativos en su interior. Los recubrimientos antiadherentes o los acabados cerámicos a menudo se aplican para garantizar que los alimentos no se adhieran a la superficie, lo que facilita la cocción y la limpieza. Estos recubrimientos están diseñados para resistir el rascado, las manchas y el astillado, lo que de otro modo podría comprometer su funcionalidad con el tiempo. Sin embargo, es importante tener en cuenta que las superficies antiadherentes pueden degradarse a fuego alto o si se someten a métodos de limpieza abrasivos. Para maximizar la vida útil de estos recubrimientos, es esencial evitar el uso de utensilios de metal y seguir los protocolos de limpieza adecuados. Los recubrimientos cerámicos, aunque más resistentes al calor y no tóxicos, aún pueden desgastarse con el tiempo si la olla está expuesta al calor extremo regularmente.